La Reconquista

Fernando III se asignó la Arruzafa tras conquistar Córdoba en 1236

La información se interrumpe durante unos 200 años hasta que la Arruzafa aparece en el libro de los Diezmos de los Donadíos de la Catedral de Córdoba, siendo la propiedad que le correspondió a Fernando III tras la conquista de la ciudad en 1236. Se trataba de unas tierras que lindaban en ese momento con el Arroyo de Valdegrajas al oeste y con el Arroyo de las Piedras al este. El monarca se reservó para él dos enclaves emblemáticos de los árabes, Córdoba la Vieja (Medina Azahara) y la Arruzafa (Palacio de la Arruzafa), por lo que es de suponer que pudo haber alguna reconstrucción de ambos edificios tras el saqueo ordenado por Wadih.

Documento de permuta de la Arruzafa, propiedad de Doña Leonor de Guzmán en 1342 (Biblioteca Nacional de España)
Documento de permuta de la Arruzafa, propiedad de Doña Leonor de Guzmán en 1342 (Biblioteca Nacional de España)

En 1241 el rey Fernando III dona una amplia extensión de la Arruzafa a Juan de Funes (I Señor de la Albaida) por el destacado servicio de su padre, el almirante Lope de Hoces, en las batallas navales contra los holandeses. Posteriormente la Arruzafa es heredada por Alfonso XI que se la donaría a su amante, fiel e indiscutible compañera, Doña Leonor de Guzmán. En el documento escriturado en el año 1342 se permuta la villa de Lucena, propiedad de la Diócesis Episcopal de Córdoba, por las tierras de la Arruzafa de Doña Leonor de Guzmán.

Durante los siglos XIII y XIV la heredad de Fernando III se va disgregando y parcelando en diversas tierras y huertas bajos distintos propietarios, y en el siglo XV la mayor parte se vuelve a unificar tras la adquisición de unas 100 parcelas por parte de Pedro González de Hoces (V Señor de la Alabida) ...

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